jueves, noviembre 30, 2023
Políticos

‘Farc están en la consolidación de su propio proyecto’: Clara López

La candidata presidencial de la ASI, Clara López Obregón, dice que su coalición con Gustavo Petro es para Congreso y que ‘faltan hervores’ para la candidatura presidencial. Asegura que su propuesta es bien de centro y que, por ahora, no caben las Farc.

Todos nos preguntamos: ¿por qué una convergencia con Gustavo Petro? Son conocidos los enfrentamientos que ustedes han tenido en el pasado…

Más que enfrentamiento, lo que se dio fue una puja entre los dos por la presidencia del Polo cuando la correlación de fuerzas le era desfavorable y que desembocó en su salida del partido.

Pero, él dijo que había sido por la corrupción del partido. Incluso, usted era su presidenta. ¿No es algo que riñe con su coherencia política?

Mi vida ha sido coherente desde sus comienzos hasta el tiempo actual, en función de dos grandes temas: la paz y el cambio social. Siempre traigo a colación una carta que le mandé al Niño Dios cuando era chiquita, que encontré en el misal de mi madre. En esa tarjetica de una niña que aprendía a escribir anoté: “Niño Jesús, le pido en esta Navidad paz para Colombia y comida y vestido para los niños pobres de mi patria”. Ese ha sido el almendrón de mi vida.

¿Por qué empieza su vida política en el Partido Liberal?

Era el partido de mis mayores; además, viví muy de cerca, de jovencita, el MLR (Movimiento Revolucionario Liberal), de Alfonso López Michelsen. No fue por nepotismo por lo cual aterricé como secretaria económica de su presidencia. Venía muy recomendada por mi universidad, Harvard, de donde me gradué ‘magna cum laude’, por mi director de tesis, Albert Hirschman.

Nadie pone en duda sus capacidades académicas e intelectuales…

Estaba obsesionada con la reforma agraria. Luego nació el Nuevo Liberalismo, y Galán, quien, con su actitud de renovador político, me convenció de inmediato. No quería seguir siendo la “sobrinita pálida”. Pero cuando Galán regresó al Partido Liberal y dejó en libertad a los suyos para votar como quisieran, yo voté por Jaime Pardo Leal, de la UP.

Y empieza la era funesta de la guerra sucia…

Vimos caer a tanta gente tan valiosa: Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Galán, Pizarro, los cuatro en un solo proceso electoral. Eso nos llevó a mi esposo y a mí al exilio. Cuando regresé estaba fundándose el Polo Democrático. Allí hice vida política durante varios años. Incluso me postuló como candidata presidencial, y creo que sorprendí al Polo y a los demás con esa fórmula que hicimos con Aída Avella, con la que sacamos 2 millones de votos.

Hasta que Robledo la sacó…

Hasta que crearon una subcomisión a ver cómo me expulsaban del Polo, y entonces yo no iba a darles ese plato servido. Preferí renunciar.

¿Cuando entró al gobierno de Juan Manuel Santos como ministra, no renunció a toda esa postura de rebelde?

Pues, mire: el presidente Santos me había ofrecido ser ministra varias veces. Le dije que le aceptaría el día que yo le viera la voluntad política para cuajar un acuerdo de paz.

Pero ¿a usted no le mortifican ciertas herramientas que se han utilizado para cuajar la paz, como el clientelismo en el Congreso o la plata de Odebrecht para la reelección?

A mí lo que mortifica es cómo la gente juzga ‘ex post facto’. ¿Qué se iba a saber de lo de Odebrecht? Yo no sabía. Y creo que el grueso de este país, tampoco. En el Congreso de la Infraestructura le metieron un banderillazo a la Cámara de la Infraestructura, porque precisamente en la asamblea anterior habían condecorado a Odebrecht. El tema es que a la gente le gusta juzgar las posiciones de las personas con la información que se adquiere ‘a posteriori’.

ELTIEMPO