El heredero del trono de Arabia Saudita acaba de consolidarse en el poder con una gigantesca purga de la élite política y empresarial del reino.
Un nuevo comité anticorrupción, liderado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, ordenó este fin de semana el arresto de otros 11 príncipes, cuatro ministros y docenas de exministros.
Entre los capturados destaca el príncipe Alwaleed bin Talal, un multimillonario con inversiones en Apple y Twitter que es considerado uno de los hombres más ricos del mundo.
La revista Forbes estima la fortuna de bin Talal -quien también es dueño del prestigioso hotel Savoy, en Londres- en unos US$17.000 millones.
Después de la noticia de su arresto, las acciones de su firma de inversiones Kingdom Holding -una de las principales del país- cayeron un 9,9% en la bolsa de valores local.
Y el corresponsal de la BBC para asuntos de seguridad, Frank Gardner, describió los eventos del sábado por la noche como “una atrevida jugada” del príncipe bin Salman y “nada menos que sísmicos”.
“Con una jugada atrevida el príncipe heredero, de 32 años, se deshizo de todos los obstáculos para su control total de uno de los principales productores de petróleo del mundo y casa de los sitios más sagrados del islam”, destacó Gardner.
“Presentados al mundo como parte de una campaña anticorrupción, los arrestos de príncipes, ministros y el multimillonario príncipe Alwaleed bin Talal sacudieron a los sauditas, poco acostumbrados a los cambios”, agregó.
BBC