Si Óscar Iván Zuluaga logra que el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo absuelva este martes de su responsabilidad por el ingreso de dineros de la multinacional Odebrecht a su campaña en 2014 (1,6 millones de dólares), como ya lo advierte la ponencia del magistrado Carlos Camargo, quedaría habilitado para entrar en el debate presidencial 2018.
Algunos sectores del uribismo creen que esa es una probabilidad y que, en caso de ocurrir, el mapa político en ese partido cambiaría por completo.
El senador uribista Carlos Felipe Mejía dijo que Zuluaga “es el hombre más querido en el uribismo después de Álvaro Uribe”, una manera de mirar el hecho.
Zuluaga necesita los votos de al menos 6 magistrados del CNE para ser absuelto.
Y, si entra en la lucha por la candidatura del Centro Democrático (CD) para 2018, podría hacerlo tomando ventaja clara sobre los 5 competidores que en la actualidad se disputan la nominación: María del Rosario Guerra, Carlos Holmes Trujillo, Paloma Valencia, Iván Duque y Rafael Nieto.
En 2014, Zuluaga le ganó la primera vuelta presidencial para el uribismo al presidente Juan Manuel Santos. Y obtuvo 6’904.997 votos en la segunda vuelta, el 45 por ciento del total de sufragios emitidos.
Esas cifras hacen de Zuluaga un candidato con muchas potencialidades dentro y fuera de su partido.
Pero no es solo él quien amenaza el actual estado de cosas en el uribismo. Luis Alfredo Ramos, quien está pendiente de que la Corte Suprema de Justicia le resuelva su situación, también está preparándose para ingresar en la competencia. Hace dos semanas estuvo a punto de anunciarlo y esta semana, en la redacción de EL TIEMPO, confirmó que espera que el tribunal le resuelva su situación de manera favorable antes de diciembre para ir a pelear la candidatura.
Los cinco uribistas en competencia llegaron a un principio de acuerdo esta semana para que sea a través de un sistema de encuestas como se resuelva el nombre del candidato presidencial, pero todo puede cambiar.
Los uribistas tienen ahora cierto apremio por definir su candidatura presidencial, pues sienten que hechos como la reciente irrupción de Germán Vargas Lleras, con un discurso muy cercano al suyo, podría afectar el terreno conquistado.
Liberales, uno menos
La renuncia del senador Luis Fernando Velasco a participar en la consulta interna para escoger candidato presidencial el próximo 19 de noviembre dejó a Humberto de la Calle y Juan Fernando Cristo como finalistas absolutos de esa carrera. Velasco dice en su carta de renuncia que no cree tener posibilidades de disputar la candidatura, además de verse en aprietos tras denuncias que lo vinculan con movidas burocráticas.
Y la senadora Sofía Gaviria espera que una tutela le abra en la consulta interna del liberalismo el espacio que la directiva le negó.
Los liberales se mantienen en la ruta de definir su candidato presidencial para luego buscar alianzas con partidos que defiendan el acuerdo de paz con las Farc y su implementación.
‘La U’, sin candidato
El partido de ‘la U’, que lideró las últimas tres elecciones presidenciales (2006, 2010 y 2014), se quedó de manera definitiva sin candidato propio para 2018.
El presidente Juan Manuel Santos, su principal fundador y quien instaló el congreso de este partido el viernes, pidió a sus militantes “mantenerse en el centro” del espectro político y aproximarse a ambos lados, sin llegar a los extremos.
Parecería una recomendación del Presidente a su partido, un deseo suyo, que el país no escoja una opción ni de extrema derecha ni de extrema izquierda.
Vargas agitó el ambiente
La irrupción de Germán Vargas Lleras en el debate público esta semana agitó el ambiente preelectoral.
Vargas fue criticado por muchos sectores por cuestionar el gobierno del que formó parte durante siete años, pero el presidente Santos recibió sus reparos de manera tranquila.
El viernes pasado, Vargas recibió el reporte de que 2 millones de personas firmaron ya para respaldar su candidatura y se puso adelante entre quienes optaron por el procedimiento del apoyo ciudadano.
ELTIEMPO