Hasta el próximo miércoles 13 de diciembre tienen plazo de entregar sus firmas de respaldo los precandidatos presidenciales que buscan aval por movimientos sociales o grupos significativos de ciudadanos.
Por esta razón, aumentó el arribo de cajas a la sede de la Registraduría Nacional en Bogotá. Y aunque en total son 49 los movimientos que se registraron para promover igual número de candidaturas presidenciales, el mismo mecanismo hará el primer filtro.
El próximo 17 de enero la Registraduría tendrá que tener lista la certificación del número de firmas válidas para la inscripción de candidatos. Requieren acreditar 396.286, es decir, el 3 % del total de los votos de la última elección presidencial, que en 2014 tuvo 13’209.6561 de votos válidos.
En varias campañas han hecho un trabajo de depuración interna porque, según ejercicios anteriores, la Registraduría deshecha entre el 30 % y el 40 % de las firmas presentadas por diversas anomalías, como la repetición, datos incompletos o suplantación.
“Contraté un grupo de expertos para que revisaran la firma, así que vamos a la fija”, le dijo a EL COLOMBIANO el precandidato y exembajador Juan Carlos Pinzón.
¿Llegarán a 10?
El primero en entregar sus firmas, 2’053.926, fue Carlos Caicedo, exalcalde de Santa Marta. Luego hizo lo propio Sergio Fajardo, el exgobernador de Antioquia, con 981.625. Ayer el turno fue para Pinzón, con 863.496, y para la exministra de Defensa Marta Lucía Ramírez, 811.000.
Hoy hará lo propio el exprocurador Alejandro Ordóñez, quien recolectó más de 2 millones de firmas. Quedan faltando Germán Vargas Lleras (quien ya superó las 4,5 millones), Clara López, Gustavo Petro, Piedad Córdoba, David Turbay y alguno otro preinscritos desconocido que pueda dar una sorpresa.
¿De dónde tantas firmas?
Para Andrés Dávila Ladrón, director del Departamento de Ciencia Política de la U. Javeriana, la avalancha de firmas tiene una explicación: a los colombianos les gusta mucho firmar sin importar por quien.
La MOE le pidió al Consejo Nacional Electoral reglar la financiación de estos procesos y denunció posibles campañas anticipadas. La Procuraduría también hizo advertencias durante el proceso por presunta publicad política e injerencia de funcionarios en el proceso.
Según Carlos Arias, docente de la Maestría en Comunicación Política de la U. Externado, la recolección de firmas fue un ejercicio propagandístico de las campañas y su aval es hoy, además de un prerequisito, un herramienta del marketing.
“No es posible traducir que el firmante de una campaña, que también firma en otro u otros listados, vaya a terminar votando por uno o por el otro o incluso por un tercero. Es casi imposible afirmar que las firmas son votos o en qué porcentaje lo son”.
A Jaime Duarte, docente del área de Gobierno de la U. Externado manifestó que le parece extraño la cantidad de firmas presentadas por Caicedo, quien sobrepasó a personajes más reconocidos, pese a su compleja situación jurídica.
“Queda claro que Caicedo tiene maquinaria, que Ordóñez tiene una organización importante, y que los demás tienen una organización mediana. Fajardo pudo recoger más, pero se precipitó”.
El 27 de enero iniciará la inscripción oficial de candidatos. Para ese momento ya muchos estarán en coaliciones.
ELCOLOMBIANO