“La permanencia constante de vehículos desconocidos en los lugares donde me encuentro, el asalto de un automotor donde uno de mis colaboradores transportaba varios documentos relacionados con nuestro trabajo legislativo y las supuestas interceptaciones a nuestras comunicaciones pese a que no conozco orden judicial alguna que autorice tal violación a mi intimidad, son las constantes de mi realidad actual”, así denunció el senador Armando Benedetti las intimidaciones que le hacen temer por su vida.
Todo esto, según el parlamentario, se da justo después de que se vio abocado a demostrar su inocencia “frente a las injustas e irregulares sindicaciones efectuadas por el Fiscal General de la Nación como parte de la estrategia sistemática para desacreditarme con el objetivo de favorecer la campaña política de Germán Vargas Lleras”.
Agregó que funcionarios cercanos a la cúpula de la Fiscalía que solicitaron reserva absoluta sobre sus identidades “me comunican sobre presuntas reuniones entre personas relacionadas con el despacho de la señora vicefiscal María Paulina Riveros Dueñas (asidua vargasllerista y esposa del exmagistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema y exembajador en Ecuador Fernando Arboleda Ripoll), con mercenarios jurídicos cercanos al abogado Jaime Lombana en el Club de Abogados ubicado al norte de Bogotá, en las cuales al parecer se habría discutido el contenido de las investigaciones clandestinas que se adelantan -o se pretenden adelantar- en mi contra y la de mi familia, la posibilidad de convencer con dinero o presión a testigos para que falten a la verdad y la manera de introducir pruebas irregulares en indagaciones oficiales”.
Benedetti advirtió que además de denunciar el riesgo que corre ante la Comisión de Acusaciones lo pondrá en conocimiento de organismos internacionales habilitados para exigirle al estado colombiano respeto por sus derechos fundamentales a la defensa y el debido proceso.
ELCOLOMBIANO